MARATON NUEVA YORK - Fotos Gaspar 2
PRECIOSA CRÓNICA Y FOTOS LAS QUE NOS ENVIA GASPAR. TAN BONITA QUE HA SIDO PUBLICADA EN LA REVISTA OFICIAL DE LA MEDIA MARATON DE SANTA POLA.
TE ANIMAS ? TE VIENES A NEW YORK, NEW YORK ?
MARATON DE NUEVA YORK
Cuando practicaba fútbol o tenis, surgía alguna cena al año y poco más. Sin embargo, ahora que practico atletismo, ya desde el año 2.000, me llueven las actividades. Son numerosas las personas que conoces cada fin de semana en cada carrera y de ahí surgen conocidos, compañeros, amigos, proposiciones para correr en un lugar u otro y alguna celebración que otra. Todo ello, como es normal, hace que esté continuamente programado y que los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses, los años pasen sin darme cuenta.
A primeros de este año 2010, unos compañeros, Alberto y Maite, me propusieron inscribirme en la Maratón de Nueva York. Accedí sin dar lugar a pensar.
El viaje lo organizaron los chicos de www.42195.es a la perfección. Ahora ya estoy de vuelta pero sin ser consciente al cien por cien, todavía, de lo acontecido.
La mañana del sábado anterior a la Maratón transcurrió entre banderas, fotos, vídeos, simpatía, risas (al día siguiente, ya nos reíamos un poco menos), colorido, multitud de corredores de diferentes países, grandioso ambiente, intercambio de camisetas, frío y bufandas. Es la llamada Carrera de Las Naciones Unidas. Se trata de un agradable paseo de unos 4 km. recorriendo las calles de Manhattan desde los edificios de la ONU hasta Central Parck. En todo momento acompañado por mi señora y mi hija Cristina.
A continuación, pasamos a recoger el dorsal en una grandísima Feria del Corredor. Creo que no faltaría mucho para 40.000 metros cuadrados.
Pasaron las horas y el siguiente día, era 7 de Noviembre, era el día esperado por todo corredor popular, era el día en el cual íbamos a intentar correr la que dicen la Maratón más importante del mundo mundial.
Madrugamos bastante para estar a tiempo en el lugar de salida, que no es otro que Statem Island, el primero de los 5 distritos de Nueva York que íbamos a recorrer. Hacía mucho frío y algo de viento. Destacaban los cientos de contenedores marrones (camiones de UPS) que recogían nuestra bolsa con la ropa que luego nos entregarían en meta, habían multitud de corredores que se ve que habían madrugado más que nosotros y aún estaban en carpas o en sacos o en tiendas. No faltaban los grandes mostradores con barritas, cafés, agua, bebidas isotónicas, donuts, plátanos, etc.
Los dorsales eran de tres colores diferentes, que correspondían con la hora de salida. Mi zona era la azul y me correspondía salir en la primera tanda, a las 9:40.
Después de estar unos veinte minutos en mi corral, los voluntarios quitaron las separaciones y nos pusimos a avanzar lentamente hacia unos metros antes de llegar a los pies del puente Verrazano. Y después de entonarse el himno americano y la letra de una canción que decía…. Starts spreading the news, I´m living today, I want to be the part of it, New York, New Yoooork,… de Frank Sinatra, empezamos a andar primero y a trotar después y rápidamente alcanzar el coloso puente de Verrazano. Tiene 2 millas (3,2 km) de longitud y tardé unos 15 minutos en atravesarlo. Tanto el puente como la cantidad de participantes eran impresionantes. Pero a pesar de los 45.350 corredores, jamás se interrumpió mi ritmo preestablecido de 4’55 el km.
Ya pasado este primer puente de los cinco que íbamos a cruzar, se entra en Brooklyn, en donde transcurre casi la mitad de la Maratón.
El público es cuantioso, su ruido ensordecedor. Es la 4ª Avenida de Brooklyn de unos 6 km de larga.
Por el km 17,5 entramos en el barrio Judío, con pocos espectadores. A penas se ve alguna persona con largos tirabuzones y gorros altos. Uno de ellos cruzó la calzada y casi tropezamos. Menos mal que son pocos los metros que deambula la prueba por este lugar.
Luego llega la mitad de la prueba, que coincide con el segundo puente, el Pulaski Bridge. Por él entramos al tercer distrito de los cinco que os hablaba, es Queens. Allí nos acogen muy bien, nos ofrecen de todo, incluso clinex. Los niños siguen extendiendo sus manos para que se la choques.
Luego vendría el puente Queensboro, que nos traslada a Manhattan, con una nueva Avenida de unos 6 km que desemboca en el 4º puente que cruzamos, el Willis Avenue Bridge y nos adentra en Bronx, por el km 33.
El puente Madison Avenue Bridge, nos adentró de nuevo en Manhattan, por la parte norte y luego pasamos por el barrio de Harlem (km 35) para seguir por la 5ª Avenida de Manhattan hasta ya llegar a la meta que está en Central Parck.
Esta es la Maratón que mejor he terminado físicamente de las 7 que he disputado hasta el momento y ello se debe, con total seguridad, a la forma de avituallarme que me recomendó mi compañero José Antonio.
A una Maratón, si se va con los deberes hechos, no hay que tenerle el más mínimo miedo. Yo siempre digo que es un lujo correrla. Lo duro ya ha pasado cuando los entrenamientos se hacen en frío, en calor, después de la jornada de trabajo, a veces chispeando, a veces con viento, eso es lo duro. El día de la carrera, actuando con cabeza, con los ritmos que tu sabes, es cuestión de paciencia. Y si encima vas todo el trayecto acompañado de 45.000 personas, cada 5 km avituallamientos, puntos de música cada dos por tres, pancartas animando, público enfervorecido en todo el trayecto y lo más importante, sabiendo que estás en la Maratón más ansiada, que no es otra que la de Nueva York, pues aún más fácil.
La llegada, ya os la podéis imaginar. Todo una gozada. Primero por el mero hecho de haberla terminado, segundo por la forma que te tratan al entrar, como si fueras un gran héroe, colgándote la medalla, sonrisas, palabras continuamente como good job (buen trabajo), well done (bien hecho), congratulation (enhorabuena), etc. y tercero por ser la Maratón que es.
Para terminar, decir que los primeros 21 km los hice en 1:43:00 y que cuando pasé por uno de los tres arcos que habían al llegar, ya habían pasado 4.443 corredores y el crono marcaba un tiempo real de 03:27:54, lo que significa ir a un ritmo de 4’ 55 el km. Ritmo que, por cierto, dedico a todos esos espectadores que desde las aceras suelen decir que a esa velocidad ellos también la corren y a esos corredores que se creen muy importantes y dicen que esos ritmos los emplean ellos para calentar.
A continuación de la Maratón, ya sabéis, más maratones andando al son de las grandes Avenidas, el neón y cosas como aquí pero a lo grande. Si algún día podéis, no lo dudéis.
Salud para todos.
Gaspar
Y para acabar, mostraros un bonito albúm de fotos de las vivencias de Gaspar por Nueva York:
Teneís más información del viaje que organizamos a la próxima Maraton de Nueva York en: