ENTRENANDO POR EL MONTE
HACIENDO TURISMO Y DISFRUTANDO DE LOS AMIGOS... ADEMÁS CON "CUADERNO DE BITÁCORA" Y "ALBÚM DE FOTOS"... MÁS NO SE PUEDE PEDIR !
Esta es una de las muchas salidas que algunos miembros de 42195.es suelen hacer, combinando la pasión por correr, el monte, un poco de turismo y sobre todo el disfrute con los amigos.
De esta forma tan especial y bonita nos lo relata Julio. (Leer la ultima frase al revés).
Cuaderno de bitácora.
Sábado, 17 de Julio de 2010. 8 de la mañana.
Apenas tenemos víveres y el agua empieza a escasear. La expedición, ya sólo con 5 supervivientes, sale desde Mendoza con la esperanza de encontrar el camino de vuelta a casa. Tras abandonar el poblado, nos adentramos en terreno agreste de senderos angostos. Poco más adelante divisamos las primeras casas de Hueto Arriba, pero nos decantamos por seguir el escarpado camino que sube hacia la cruz de Ganalto….quizás desde allí tengamos una mejor visión del horizonte. La dureza del relieve obliga a descolgarse a algún miembro del grupo. Es importante mantener la unidad, por lo que decidimos esperarle. Ante estas primeras muestras de flaqueza, desechamos la ruta ascendente y decidimos cambiar nuestro rumbo en dirección sureste. Tras atravesar una zona de campo abierto, comenzamos un descenso vertiginoso con pronunciadas pendientes y curvas imposibles. La integridad del grupo está en peligro. Tras unos momentos de indecisión y tras el reagrupamiento, decidimos continuar a través de un bosque de encinas hacia Iruña-Veleia, dejando atrás la ermita de Santa Catalina. El ascenso al Opidum es agotador, pero estamos en un punto de no retorno. Tenemos a la vista la aldea de Víllodas, a la cual llegamos sin adentrarnos. El tiempo se echa encima y es hora de intentar el regreso al punto de partida. Volvemos por Trespuentes, y tras recoger algo de documentación acerca del puente romano, regresamos definitivamente a Mendoza.
La moral del grupo comienza a resquebrajarse y los días corren en nuestra contra, pero por fortuna ésta vez no hubo que lamentar bajas.
Seguimos sin hallar el camino que nos devuelva a casa, pero ésta vez,
la ruta nos aportó otro paso natural.
Y para acabar un precioso albúm de fotos:
